martes, 21 de septiembre de 2010

SÓLO SOLO

Quiero hacer las cosas solo porque la gente no me entiende,
no entienden que quiera hacer las cosas solo.
Las personas no están hechas para estar solas
necesitan a algún semejante con el que compartir sus andanzas
por nimias que estas sean. Eso dicen.

Yo digo que no, que puedo estar solo,
es más, sólo necesito estar solo.
Yo, soy lo único que me va a quedar para siempre,
tanto si se van los demás como si me voy yo.

Ante la perspectiva de estar solo completamente solo
hay un deseo masoquista que me hace feliz,
quiero estar solo, salir adelante solo, no importunar a nadie con mis manías (mías, sólo mías),
demostrar que soy capaz de hacer las cosas solo,
precisamente el estar solo me obliga a no tener que demostrar nada a nadie,
sólo... vivir, vivir yo conmigo mismo
y lo que quiero hacer. Mientras, otro deseo social me abruma,
tengo miedo a estar solo y lo saben, por eso no quieren dejarme solo.
Pero necesito aprender ya, si este va a ser mi futuro.

Rechazar a la gente ahora porque es la vida que me espera, es una estupidez.
Primero porque no me espera, lo he elegido yo; segundo, sé que es una estupidez
y aún así lo hago. ¿Por qué?
No hay respuesta. Tal vez haga las cosas sin saber.

Después de dar muchos tumbos solo, parece que he agarrado mi vida y hago lo que quiero, estoy más seguro que nunca, eso dicen, yo no lo sé.
Ahora tengo dudas y la gente sólo ve: Se va solo, que valiente, va a cumplir su sueño.
Claro que me quiero ir, claro que quiero estar solo, claro que quiero cumplir mi sueño, es lo que más feliz me hace en este momento.
Lo sé.

Quiero a esta gente, no lo saben, no se lo digo
porque les quiero demasiado.
Huyo de ellos para estar solo,
¿por qué me da miedo la gente?
Me asustará que vean de verdad lo que quiero
lo que siento y como soy.
Por eso bailo para enseñárselo a todo aquel que esté dispuesto a verlo sin saberlo.
No lo sé.

Escucho música, escribo y bailo. Solo.
Parece que no necesito nada más. Os necesito.
A ti que no me quieres dejar solo, a ti que no me entendías y te dejé sola, a ti que necesitas a alguien, a ti que ahora estás orgulloso de mí, a ti... amigo, a vosotros... compañeros de soledad, a ti que palabras y miradas decían cosas contrarias, a ti que en poco tiempo has sabido que eres muy especial, a ti que confiaste en mí, a ti que empezamos juntos continuaste sola y nos volveremos a encontrar, a ti que te dejaron solo, a ti que no te sientes sola, a ti, a ti y a ti... a ti...

Todos sois la misma persona. Yo, pero no sólo.
Me asusta estar solo, me asusta que sepáis todo esto, quiero hacerlo.
Quiero que lo sepáis y quiero estar solo.

viernes, 10 de septiembre de 2010

LUNA DE VERANO



Un día cualquiera
no esperaba llegar a ver
por la mañana luna llena.

La descubrí antes del atardecer,
entonces, ya se dibujaba su resplandor
acompañándome hasta el amanecer.

Un brillo de tono burlón
con cierto carácter amarillo
que jugaba con los rayos del sol
a encresparlos de un modo sencillo.

Tan llena la luna
cubierta por anchos ropajes,
blanca, pero no fría, lisa,
suave, sin engaños ni tatuajes.

Da igual por delante o del revés
sus labios castigados sonríen
desde los ojos... hasta los pies.

En una jaula decorada
la luna se ríe junto a un monstruo,
mientras este baila, babea y baila.

(A ritmos marcados,
se acerca interpretando
bailes desconocidos
con cambios inesperados.)

Un día alcanzó a mi vista
algo que ya estaba más alto
y puedo asegurar el que la luna exista
aunque luz y rutina te pongan un reto.

Ahora sólo queda continuar disfrutando,
y como si bailara un tango,
amor y odio mezclados, tratando
en un instante, agarrar algo.