viernes, 5 de junio de 2009

ENTRE LA NIEBLA


Una despedida sin adiós, tan sólo un hasta pronto triste, amargo. Una despedida silenciosa, alejamiento entre pensamientos nada más. Estaba delante de la puerta blanca con la mano dispuesta a llamar, pero yo me sentía incapaz de la esperada despedida que después de todo era una excusa para hablar y contemplar su mirada. Impotente por mi propia indecisión, indeciso por un absurdo temor. Únicamente desparecen los miedos en mi imaginación, escenas posibles provistas por mi mente como ensayo de la realidad que nunca llega. Despierto de mi mirada ausente con un repentino parpadeo. Oía su voz inalcanzable. Bajé la vista y giré la cabeza hacia la salida yendo detrás el resto del cuerpo tratando de impedir torpemente en vano la huida.

Me esperaba un largo viaje a través de un frío paisaje oculto. Las ventanas empañadas del coche, que acatarrado avanzaba a trompicones, dejaban ver diminutas gotas arrastradas violentamente por el limpiaparabrisas. La niebla se disipaba ante los faros del vehículo y pasado este, cubría voluble la carretera. Pensamientos nublados. De vez en cuando se iba la señal de la radio sumiéndome en un largo viaje por los páramos grises de mi cabeza acompañado por la ininteligible voz de la emisora perdida. Comenzaba mi recorrido, un recorrido por mi mente, un recorrido por mis ilusos sueños entre ninfas, fantasías, deseos, musas, pasiones, recuerdos y por supuesto ,se encontraba ella , su radiante sonrisa, su vivaz mirada.

Una exhalación de vapor, un suspiro visible. De pronto la visión de un árbol desnudo, despojado de su riqueza por la gélida dama de manto nevado, un árbol joven de tronco delgado salpicado de líquenes amarillos. Las frágiles ramas pardas se alargan hasta perderse en la bruma, la escarcha abraza las zarzas de alrededor y se estanca en las horquillas y demás hendiduras del único miembro su bosquecillo. Un ave de vuelo hechizante se acercaba para posarse en un banco de piedra cubierto por un ligero verdín. El asiento esperaba que el sereno planeo del pájaro terminase ahí, cesaba el hipnótico batir de alas. Aún dentro del coche me rodeaba la neblina de mi mundo onírico. El majestuoso ave dirigía hacia mí su mirada de cuencas vacías, ojos ciegos, dos pozos negros. El pico afilado arrancaba como gusanos las lágrimas de mi angustia, de mis ojos de recuerdos, de miradas de posibles, de ensoñaciones despedazadas.

Cuando me quise dar cuenta la luz cálida acariciaba mi piel, cerré los ojos, sentía su mano rozando suavemente mi cara. Los rayos de Sol atravesaban las nubes, las separaba, abrían el cielo oscuro. Se iluminó el paisaje bajo una estela dorada que brillaba en la inmensa cúpula azul. Llegué, parece que todo había terminado, pero realmente acababa de empezar. Bajé del coche sacando primero las piernas. Ya en el primer contacto de la suela de goma de mis zapatos con el suelo de tierra húmeda sentí ese agradable crujir de los guijarros, como se acomodaban para marcar mis pasos. Grandes huellas se formaban tras de mí y se entrelazaban entre sí. El barro esponjoso daba paso progresivamente a una hierba mojada. Ahí no se veían la huellas: dejé atrás un camino confuso, tomé mi propio camino, un camino invisible por el verde intenso, “se hace camino al andar”…

Llegó el ansiado regreso, de nuevo estaba allí disimulando mis nervios. Según me acercaba a la puerta, mi alegría aumentaba, el corazón latía cada vez más rápido y con más intensidad. Miraba hacia el suelo como si intentara, de esa forma, evitarla, restar importancia a la situación. Pero tras cruzar el umbral mis ojos se levantaron y la miraron directamente. Parecía esperarme. El encuentro me inundó de felicidad, nada había cambiado. Me miró, sonrió.

2 comentarios:

  1. Ese ave que describes seguramente que fuera un cuco...

    Saludos¡¡

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  2. Me e metido aqui porque me lo a comentado una amiga que te conoce, yo no te conozco, y ya que me gusta escribir, e decidido leerlo, y dejarte una firma. Al llegar a este me e sentido muy identificada, me a gustado, me gusta como has descrito la situacion, como un final con un "hasta pronto" entre lineas, y un hola con un "no es para siempre" entrecortado en el, puede significar tanto...
    Un saludo ^^

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